Se suman todos los condicionantes
exteriores a la hora de confluir en la cama. Desempeñamos papeles de
forma imperfecta, destacando los errores, sintiéndonos más humanos
que la media por saber que equivocarse es actuar diferente. Malgastar
las horas como rebelión a la monotonía, fingir la normalidad en
medio de la barbarie, limpiarse los defectos mirando a otro lado. Nos
cuesta vivir en la oscuridad, pasar desapercibidos donde todos
quieren brillar, mirar y disimular. Buscamos el último plan b, la
última oportunidad de escapar y no volver, el penúltimo para
siempre que desaparezca entre el humo.
sábado, 13 de junio de 2015
sábado, 6 de junio de 2015
And So It Is
Ya solo nos queda reconstruirnos pero
no sobre nuestras cenizas que me trae malos recuerdos. Alejarse de lo
malo y de lo bueno a partes iguales como los martinis de James Bond.
Podemos pasear y lanzarnos las mentiras a la cara como hacíamos
antes, incluso podemos fantasear que fuimos felices y seguir
fingiendo que lo somos hoy día. Si lo deseas, volvemos a viajar por
el mundo pero durmiendo en camas separadas. Utilizaremos la verdad
como arma arrojadiza, dispuesta a herir de muerte y asestar el golpe
decisivo. Incluso si te empeñas, haremos ver a los demás que
siempre fuimos geniales actores, que sabemos simular las caricias,
agarrarnos distraídos, atentar contra el lado oscuro de nuestra
libertad, comprometernos en un beso, disfrazar los te quiero de
monotonía. Es más, si te empeñas, no habrá pasado nada, salvo
cuando lleguemos a casa, esa casa que se seguirá derrumbando a
pedazos mientras reventamos los cristales.
viernes, 5 de junio de 2015
Monotonía preestablecida.
Suena un nocturno de Chopin mientras
dices que me dejas, que te vas porque estas harta de mis resacas, de
desayunar sola mientras yo abro los bares que ya he cerrado, de pasar
frio en la cama por las noches, sentarte a esperar el día y todas
esas cosas que odias. Haces la maleta entre gritos y llantos a la par
que sueltas sandeces inexplicables. Me acusas de no darle de comer al
perro ni sacarlo a pasear y denuncias mi desapego a tu familia, como
si alguna vez hubiésemos estados apegados. Te cansan mis manías,
detestas el olor a tabaco y drogas de mi ropa pero nunca pusiste
objeción al salario a fin de mes. Dices que nadie puede vivir así,
perdida en la monotonía solitaria de una casa que se cae encima,
vagando entre cuatro paredes que te asfixian porque no estoy yo para
darte aire. Me asombro de tu discurso y para apaciguarte me da por
barrer un suelo impoluto salvo por mi último vomito de la mañana.
Te plantas en la puerta y limpias tus gafas empapadas en lágrimas,
que se acabo dices, que lo sientes pero que ya no hay marcha atrás.
Abres y cierras. Me echo en el sofá y pongo el despertador, tras 10
veces de desplantes sé que después de 5 horas me despertaras a
besos. Bendita monotonía preestablecida.
jueves, 4 de junio de 2015
Si me necesitas silba.
Engancharse a la droga, levantarte
borracho, la boca seca, el desconcierto de la luz, los 5 segundos de
qué paso ayer. Abrir la puerta e intentar dar el primer paso recto
sin caerte, apoyarte en las paredes que no existen, perderse en los
pomos, mirarse al espejo. Sentarte ante el café y buscar nicotina
que te espabile antes de que se produzca el cortocircuito que de
inicio al día. Repaso mental, fracaso emocional, negación del amor
y expedición al servicio. Llamar a voces y que te conteste el eco y
soltar las flores que te quedan. Se cierra el ciclo y no suena el
móvil.
martes, 2 de junio de 2015
Walks in London.
A veces tengo la sensación de no ser
tu primera opción, de haber llegado el último al sorteo y que
cantaran mi número. La costumbre de que los rebotes del pinball te
dejen en el lugar idóneo para el accidente y por un momento vivir en
el show de truman. Todo parece tan accidental que lógica se queda
sin dinero y se juega la última ficha al cero. Vivo en un circo que
no tuvo un principio definido y el fin se antoja rocambolesco. Los
milagros solo suceden por televisión y yo me siento ante ella para
que me salpique algo. El plan del desastre, el camino a ninguna
parte, la vida de infarto, los cortocircuitos, el nudo deshecho y las
barras de bares vacios.
lunes, 1 de junio de 2015
El ahora es nunca.
Comprimimos la memoria en gigabites
para poder acceder a ella cuando sea necesario. Desarrollamos las
acciones sin pensar como autómatas hechos por un carpintero.
Andamos, respiramos y somos humanos. La realidad se deforma y
transforma a cada decisión. Como alquimistas en busca de oro
mezclamos sensaciones, momentos y penas para conseguir la pócima.
Sin seguro de vida ni paracaídas nos lanzamos al vacío y siempre
nos come esa sensación de haber cometido el error. Sedamos la razón
con todo tipo de drogas convenciéndonos de que el camino es el
correcto aunque ya ni sepamos en que estamos metidos. Pararse es
morir, pensar es mirar atrás y mirarte es lo más parecido a
sentirme mal que conozco.
martes, 26 de mayo de 2015
Vuelta a casa
Hoy, ayer, reviento. Ahora estamos en
otra escena donde las reglas han cambiado y lo que importaba antes
carece de sentido. Hemos cambiado el donde por el cuando, el estilo
por lo practico, el glamours por la comodidad. Nos encendemos,
bullimos y nos ensimismamos. Vivir del recuerdo parece insuficiente
cuando se vive tan rápido. Nos apartamos y pasamos.
domingo, 17 de mayo de 2015
Principios Perennes
Estamos fuera, lejos de donde se nos
ve, cerca de nosotros, cerca de los núcleos. Todo pasa tan rápido,
todo sin risas, todos es cristal contra cristal. Vivimos fuera,
tirando los minutos a la basura porque nos sobran horas por malgastar.
Destripamos los conceptos y les damos la vuelta. El limite no es
cielo sino el suelo. Me visto y recojo lo que me queda de ganas, de
dinero, de gas en el mechero. Salgo, piso y me vuelvo. Volvemos a
estar fuera.
jueves, 14 de mayo de 2015
Ayer salio.
Ocultarse detrás de los adjetivos
calificativos se antoja irreal a la par que sin sustancia.
Despertarse entre desconocidos, moverse como si todo importase una
mierda o aparentar que ríes de felicidad cuando la verdad es que vas
tan borracho que cualquier desgracia te haría gracia. Imitar,
mimetizar, mecanismo del espejo, que hable ella que yo contesto,
camarero otro ron con hielo. Qué cojones esta pasando, qué nos
desintegramos o nos derretimos. Sentarse a esperar o esperar sentado,
mismo problema misma solución, tu conmigo o yo contigo. Se mueven
los objetos o es que el que no se esta quieto soy yo, me piro al bar
a reflexionar.
martes, 12 de mayo de 2015
Presión en cabina.
Yo me imagino cruzar el paso de cebra y
caerme en lo gris, saltar de blanco en blanco por supervivencia. Me
siento observado por los colores de los semáforos, por las señales
de tráfico y los intermitentes. Corro entre el carbono buscando una
salida coherente a las rotondas, intentando encontrar la intersección
que llegue a la meta. Me mareo y vomito, se me acerca el barrendero a
decirme que por qué cojones estoy dándole trabajo, que me busque un
puto servicio y deje de dar por saco. Intento encontrarme bien y me
voy al bar. Pido una, dos, tres, cuatro copas y a la quinta pido sos,
lanzo la bengala pero no tengo respuesta. Juego a llegar a casa, a no
hundirme en el océano de calles intercaladas, avenidas, paseos y
callejones sin salida. Se para un coche y me pide fuego, se lo cambio
por un cigarro y continuo mi peregrinación a tierra santa, a mi
santa cama. Hago de ladrón delante de la puerta hasta que recuerdo
que tengo la combinación, la llave en el pantalón y la vergüenza
al final de las escaleras. Me frustro, voy a encender el cigarro pero
no tengo fuego, me ofusco, recuerdo que dentro tengo fuego. Cierro
los ojos y todo se queda quieto, bingo.
Sale el perro al instante, ladra y todo
se mueve. Minuto cero, la luz se esconde y el interruptor se hace
diminuto en la pared. Me siento un ciego leyendo en braille, palpando
como las paredes sudan y el puto perro no se calla. El vecino pega
por el tabique blasfemando una calma inexistente como si el fuese el
único que madruga del bloque. Se hace la luz, el perro se ha meado
de la felicidad y me entran ganas de volver a potar. No llego al
servicio, me pierdo en un laberinto que una vez conocí, el vecino
abre la puerta y yo no llego a cerrarla. Minuto cinco, estado
lamentable, doy pena y risa en similares proporciones. Ojos que se
clavan en los míos, se escuchan mil puertas abrirse, mil carcajadas.
Qué es lunes cohones dice el sevillano del cuarto, Calla al puto
perro salta la vieja amargada del primero, Qué alguien acueste al
borracho de mierda ese por dios vocifera el del segundo y a mi se me
ocurre pedirle fuego al vecino.
viernes, 8 de mayo de 2015
Desconexión.
Quizás el problema sea que no sabemos
a donde vamos, que hubo un cambio tan rápido que perdimos la brújula
y con ella todo el sentido de la orientación. Asumí el progreso
social como interior, renovarse o morir, crecer o estancarse, subir o
bajar. Te obligaron a entrar en la espiral del ya, del ahora, de cada
minuto alguien dice algo, de actualizarte en segundos, sistemas que
son tan punteros que solo entiendes el significado del anterior
cuando sacan el nuevo. Lo viejo no vale, no sirve, si tengo el 3
quiero el 4, se rompa o no. El cambio generacional ha sido tan
abismal que no podemos asimilarlo porque mirar hacía atrás
significa caerse por no subir el escalón que llega.
Usar y tirar, la reparación no cabe en
nuestro vocabulario, no tiene sentido para nosotros. La libertad se
prostituye a diario y pronto será regulada. Si pierdes el hilo,
estas perdido.
jueves, 7 de mayo de 2015
Mañanas de genocidio.
¿A qué sabe el humo en tu boca cuando
viene de la mía? ¿Cuando sé que desaparece? ¿Por qué septiembre
siempre se queda vacío? ¿Qué cojones nos pasa en la espalda?
¿Acaso siempre vamos agachados?
Mil preguntas que se amontonan
esperando a que llegue su turno, sacando numero en las ventanillas,
haciendo cola ante el mostrador, matando el tiempo mirándose unas a
otras, angustiadas a la espera de que salga su número en el cartel,
pensando qué decir. No se mueve ni un alma en el pesado ir y venir
de cuerpos por los pasillos, en el cansino movimiento de pies sobre
el parque, en las paradas entre despachos, con cuestiones llenas de
nada que se vacían en el contenedor. Alguien tose, otro silba, a uno
se le cae el boleto al suelo, a otro le sale papiroflexia de las
manos y solo yo me cuestiono el caos que presencio. El absurdo de una
sociedad que se mueve por papeles y números, por tantos por cientos.
Una escena de oficina cualquiera, de cualquier momento caótico.
Corre un dígito del panel y todos agachan la cabeza, solo uno ha
tenido suerte.
lunes, 4 de mayo de 2015
Pretty Lights
Ahora que hemos aprendido a sentarnos
en los precipicios y a debatir sobre la nada, no encontramos
conversación que nos saque del bucle, no tenemos nexo que nos una a
la vida, ni que tampoco no separe. Quedamos colgados en mitad de
ningún sitio, nos perdimos donde la gente se encuentra y tenemos
miedo a caernos en las esquinas.
Ahora no nos sobran las excusas porque
están vacías y rodeadas de silencio. Ya no nos persigue la policía,
no nos roban los ladrones, tampoco aparecen las venganzas para
desayunar y los reproches se secaron en el jarrón. El dolor nos dio
otra oportunidad y pusimos el mute a los pasos de cebra.
Ahora que hemos apagado la luz es
cuando más vemos, cuando todo brilla a nuestro alrededor.
Lo curioso del ahora, es que ya paso.
domingo, 3 de mayo de 2015
Sobre las paredes.
La verdad parece esconderse detrás de
cualquier parapeto lo bastante grande como para ocultarla. A diario
pasamos a su lado y no nos percatamos de que se encuentra ahí,
desayunando café y tostadas mientra lee el periódico. Nos empeñamos
en buscarla en los lugares más complicados, como si fuese una suerte
de formula matemática que no estuviera al alcanza de simples
mortales. La elevamos a la categoría de verdad original, de cátedra
incontestable, de camino que solo tiene un sentido. Algunos la
compran en papel, otros la consumen en formato digital. Todos tienen
la suya pero ninguna es intercambiable.
miércoles, 29 de abril de 2015
Cuestión de tiempo.
No nos conocemos tan bien como
sentenciar que nos entendemos. Giramos la tragedia y se convirtió en
tragicomedia. Así de la nada generamos un futuro, borramos media
vida y como si nada hubiese pasado empezamos a levantarnos por las
mañanas. La ventaja de no tener pasado es que no hay antecedentes,
que todo es nuevo. Lo malo es la efervescencia del momento, el saber
cuanto duran las burbujas antes de que se pase el efecto. Ahora
vivimos en el espacio de los “puede”, en el barrio de los “y
si”, en la ciudad de los “seguro”, en el portal de “los te
quiero”.
martes, 28 de abril de 2015
Excusas de madrugada.
Vuelve a sonar el teléfono, un tono,
dos tonos, tres tonos, deja de sonar. Sale humo de mi boca mientras
mi mano se queda a medio camino del auricular, a medio paso de
nosotros. Cierro el puño, me hormiguean los dedos cien mil
sensaciones que se mezclan y hacen fuegos artificiales. Suena el
teléfono, estalla la bombilla, me giro y un escalofrío recorre las
cenizas de mi cigarro. Pegan a la puerta, no para de sonar ese
maldito timbre. El vecino se arranca a cantar si tu te vas, se
escuchan risas en la calle, háztelo tu entre gritos, la puerta
parece que se cae y la última calada no tira. Vorágine mental,
desorden estructural. Abro los ojos y suena el teléfono.
viernes, 24 de abril de 2015
Private o porno casero.
Era como estallar, como romper el mundo
en mil pedazos y disfrutarlo desde el palco. Quería vacaciones, un
minuto de calma en mitad de la urbe, un trozo de silencio en mitad
del delirio, una caricia en una orgía. Desaparecer es más costoso
de lo que a simple viste parece, siempre hay alguien que a quien
debes dinero. Las promesas atan más que las cuerdas y las palabras
parecen tatuajes que son imborrables. El pedir auxilio es una muestra
de debilidad en un mundo donde unos aplastan a otros y les tiran los
desperdicios. Me lo tomo en serio, tanto que me debato entre que te
lo líes tu o me lo líe yo. Todos se ríen, todos son felices, todos
son libres hasta que suena el despertador.
domingo, 19 de abril de 2015
Dejó todo para después.
Recuerdo los sonidos que salían de los
cristales al reventar mientras los pedazos chocaban contra el suelo.
Evadíamos el estrés tirando la vajilla, rompiendo los platos y
lanzando los vasos. La furia salía a basen de descomponer la materia
contra cualquier superficie lo suficientemente dura como para
soportar el impacto. No entendíamos el por qué cojones la
destrucción aliviaba el circo, expulsaba a los payasos de la escena
y nos dejaba comiendo techo con la mente en blanco. En ese bucle lo
bueno no entra, no cabe, ocupa demasiado. Nos miramos ahora como
extraños cuando nos salpicaba algún pedazo de realidad. No nos
encajaban los bordes en los fallos y pusimos la balanza como tabla
rasa para ser juzgados. Te echaba de menos solo que no sabía como
decírtelo.
sábado, 14 de marzo de 2015
Con las piernas colgadas.
Ya yo nos quedan ningún plan b que utilizar, nada que
improvisar, ni regalos ni caricias, no nos quedan problemas por resolver. Nos
vamos quedando en las bocas que pedimos prestadas los fines de semana entre
hielo y sed. Reinventamos las preguntas, cambiamos las comas de lugar,
puntuamos diferente pero no llegan las respuestas. Los mítines se quedaron
vacíos de palabras con expresiones banales que no llegaran ni a rozarnos.
Exponemos una y otra vez una fidelidad que no existe y nos enfrentamos a medias
con las verdades que no queremos oír. Utilizamos el silencio como método
preventivo para evitar la enfermedad, para evitar el final. Nos comemos algunas
tardes y suena Ángel González diciéndonos que no tienen pulpa. Aparcamos las dudas, nos ponemos metas inalcanzables
y nos hacemos esclavos de desearnos.
lunes, 9 de marzo de 2015
Cara a calada.
El brillo de tus diamantes rebotaba directamente sobre la lámpara
de cristal que había en el techo. Daba repelús pensar en el contacto de
aquellas piedras con las estrecheces de tu cara, ese frío roce del dinero. Todo
estaba dispuesto en esa puesta en escena que era tu casa. Cada cosa tenía su
lugar en aquel entorno donde era yo lo que desentonaba. Las copas sobre la
mesa, el champán descorchado y tu vestido encajando a medida en tu clavícula.
La sensación de no saber cómo has llegado a ese lugar acaba por hacerte mella y
te planteas echar a correr o darle cinco minutos más a la barbarie. Comienza la
escena y ella se contonea entre bambalinas, como el hábito de una profesional,
controlando cada detalle del momento hasta que
se acerca. Su mirada es tan intensa que me veo en el precipicio haciendo
equilibrio, buscando la manera de apartar los ojos de sus pupilas. Posa su mano
en pelo y el leve contacto de sus dedos con mi piel me produce un escalofrió,
el miedo del perdedor, el nerviosismo del dudoso. Rompo el guión y salto, no me
gustan los finales cerrados.
sábado, 7 de marzo de 2015
Pronombres
Ya no vivo en tu nombre. No me escondo en las consonantes ni salto de
sus tildes. Ya no hago puenting de sus vocales con el miedo a caerme.
No me oculto en las esquinas de sus sílabas como hacía cuando me
buscabas. Faltan resacas para llamarte, borracheras para recordarte y la
intoxicación para volver a quererte.
viernes, 6 de marzo de 2015
Me cansas.
Las cosas sin sentido siempre han formado parte de mí
llegando a sumar mucho en la composición total. Extrañamente, esa es la palabra
que marco una parte de mi vida. Siempre he creído que hay palabras que marcan
caminos, imponen sentimientos y se te quedan guardadas en los accesos más
comunes del cerebro. Luego la memoria las evoca en situaciones adecuadas,
exactamente donde más daño hace. Te complican
el momento y te dejan en shock durante segundos, esos segundos donde más lúcido
debes estar y sin embargo más nublado te encuentras. Son las piedras en el
camino, los baches, la estrechez de las vías segundarias o la climatología
adversa. Todo siempre suma en un viaje, en recorrer un camino.
jueves, 5 de marzo de 2015
Polen And Whisky
La cuestión es ponerle pegas a todo, buscar fallos en la perfección, el
defecto en el efecto. La razón es sacarle punta a la locura, pulir la
derrota para que sea consolable. Oír lo que no se quiere ver y
escuchar como hablan las imágenes. Otra vez me come la madrugada
desayunando, se me consumen las cenizas en la boca y la única idea que
me queda se estampa contra el teclado. Feliz viernes.
miércoles, 4 de marzo de 2015
Ya no tenemos solución.
Pasamos del contacto diario a los roces, de las frases complejas a los
puntos suspensivos. Contrastamos el silencio dosificado con la
palabrería vacía donde las maneras son superfluas. Nadie nos va a
salvar de perdernos si no somos nosotros mismos. Hoy huele a drama.
domingo, 1 de marzo de 2015
Arritmia.
Nos faltan las palabras para confesarnos ante nuestros
demonios, para echar abajo esa absurda sensación de pertenencia que nos ahoga
entre semana. Pesan los parpados y los movimientos van perdiendo agilidad
ocupando las portadas de los periódicos. Las críticas ya no sientan bien y tu
sombra es tan alargada que me persigue habiéndote borrado. Perderme entre las
letras siempre se me dio bien pero tus hilos rozan las consonantes. Solo me
queda esperar a que otro juegue y le toque el premio de los valientes. Salud.
jueves, 26 de febrero de 2015
2014
La indignación tiene nombres y apellidos, motivos y porqués,
deudas y cuentas pendientes, sintonías y silencios, luchas y desesperaciones.
Ninguna guerra está perdida de antemano como ninguna causa es vacía si es
causa. Rezar no sirve, llorar consuela pero no soluciona nada y la articulación
mental es la mejor salida. Ahora me acuerdo del “yo lo intenté pero no salió” y me da risa frente al espejo. Siempre nos
condenan al verano, al sudor con tinta, a las noches entre hielo y humo. Perder
batallas duele pero ganar guerras no tiene precio. Nos vemos con el sol.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)