jueves, 26 de febrero de 2015

2014



La indignación tiene nombres y apellidos, motivos y porqués, deudas y cuentas pendientes, sintonías y silencios, luchas y desesperaciones. Ninguna guerra está perdida de antemano como ninguna causa es vacía si es causa. Rezar no sirve, llorar consuela pero no soluciona nada y la articulación mental es la mejor salida. Ahora me acuerdo del “yo lo intenté pero no salió”  y me da risa frente al espejo. Siempre nos condenan al verano, al sudor con tinta, a las noches entre hielo y humo. Perder batallas duele pero ganar guerras no tiene precio. Nos vemos con el sol.  

miércoles, 25 de febrero de 2015

Sabor a ser.



El páramo de las preferencias hace tan complicado decidir cómo mear en contra del viento. Las cosas nunca se alcanzan, siempre se quedan lejos, inalcanzables, flotando a la deriva incierta. Amanece diferente cada día, cada semana de cada mes. Lo real se convierte en prisas que pasan de mano en mano y cada cual lo pule a su interés. La información se vende al mejor postor y la interpretación es tan subjetiva como los titulares de las noticias. Ya nunca se vuelve a soñar con lo mismo, a sentir igual, a levantarse nevando. Solo queda dar gracias por su visita y desear que vuelva pronto.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Demagogos.

Ven y dime que me quieres, que me equivoco al pensar que estoy equivocada. Dime que confíe en ti, que te crea y me abandone a lo que el destina decida. Obligarme a confiar en ti para salvar algo que vale la pena. Ponte sería y tira tus cartas encima de la mesa, dale la vuelta a los ases y apuestalo todo. Si sigues viviendo en la ambigüedad, si sigues andando por la linea, si continuas habitado los pronombres me voy. Lo dejo.

martes, 17 de febrero de 2015

Vueltas y más vueltas.

Cómo explicarte que ya no te creo, que tensaste tanto la cuerda que las mentiras pasaron a ser consideradas faltas a mi inteligencia, desprecio a mi ser, penoso. Vivir en los pronombres me aburrió. Las cenicientas se rompieron los zapatos de cristal y muchos los usaron para viajar. Las excusas se quedan cortas, no llegan. El problema es que quererte es imposible, es perderse en un laberinto sin salida, entrar en las mil puertas sin cerraduras. Muerdes y maldices, vociferas y rompes. Te excusas en mi, en mi incapacidad emocional, en mi deficiencia para actuar. Luego echas de menos momentos, sonrisas y besos. Pides una tregua para negociar, que evitemos la guerra, que se vive mejor en la paz. Yo sigo buscando el sentido que brilla por su ausencia.

lunes, 16 de febrero de 2015

Síntoma de perdida.

La única verdad es que todo es mentira,que todo se complica, se transforma y cambia.
Las historias se miden por impulsos,como esos que se quedan bajos, agachados, sin lugar que ocupar ni plaza en la que gritar. Lo incierto se combate con hielo cuando llueve y con humo cuando nieva. Sentirse acorralado comienza a ser el nudo de una parodia que ya me conozco aunque me empeño en olvidar. Entro en el looping, en las vueltas de la ruleta, el girar de las tragaperras, en el barajar de las cartas, en el sonido hueco del metal sobre la mesa. Lo esporádico como hábito indiscutible, método de puenting, de saltar a la nada para salir. Los valores se prostituyen en las esquinas por las que ya nadie pasa, se quedan sin clientes, sin transmisión, sin que nadie las consuma. Cerrando los ojos para creerme mis propias mentiras, mi realidad irreal, mi hasta aquí, mi nunca más.

Diagnóstico

Cuando chocaron nuestros intereses ya no había tiempo de saltar, ni de salir a correr, ni siquiera de hacerse el sorprendido. Nos dieron las doce y seguimos desayunando, fingiendo que la normalidad traspasa a los domingos y que las mañanas están sobre valoradas. Trazamos la linea recta que separa percepciones, que disimula verdades y oculta mentiras. La linea que parte lo que es y lo que no es, la linea que delimita el placer del dolor. Yo sigo esperando los ases para engancharme, la mano para tirarme, o que la maldita bola caiga en el cero y el mundo explote en llamas.

viernes, 13 de febrero de 2015

Pues eso, como el fútbol.

No sabemos que queremos pero no queremos eso. No sabemos que es eso pero nos da igual, no lo queremos. Nos basta con saber que la televisión, la prensa, la radio, los intelectuales, Europa, FMI, BCE y demás nos han dicho que eso no nos conviene, que es malo, malísimo, lo peor. Nos lo comparan a otros países, a otras situaciones a temporales y con otras realidades que nada se parecen a la nuestra, malos, malísimo, lo peor. A decir verdad, nos sumamos como por hacernos de un equipo de fútbol, ¿esto de la política no era así? ¿Elegías unos colores y animabas, no? Hay unos que son malos y los míos son buenos, y todos los sábados vemos como se pelean en la televisión, y siempre ganan los míos. Cada vez me gusta más jugar a que se de lo que hablo y a repetir lo que he escuchado por activa y por pasiva 24 7. Tengo ganas de que lleguen las elecciones y ponerme las chapas de mi partido, seguro que vamos a ganar, lo que no sé, es el qué.

domingo, 8 de febrero de 2015

Cuentas Pendientes.

Todo son ilusiones que se mezclan con desesperanzas, atadas entre sí con un hilo impermeable por el que discurren las lágrimas, sinuosas y sin hacer ruido, atrasadas como con defectos cognitivos. La fe no puede salvarte, al igual que tampoco puede darte de comer, proveerte un techo o hacer que no pases frío. Los efectos de la verdad son devastadores, los efectos de la mentira dudosos y lo que sale de mi boca discutible. Al igual que muchos, son frases que entran y salen, otros son sentimientos que se quedan dentro.

lunes, 2 de febrero de 2015

Que te de el aire.


A veces me planto en mitad de ningún sitio a esperar que pase algo, que todo cambie para que siga siendo lo mismo. Me da asco ver a cosas que hablan rodando por el mundo, tomando parte de él y creyéndose que son ciudadanos. Apaciguo la indignación con evasión masiva pero no de esa que se reparte en pantallas de plasma 24 horas al día. Abro libros en señal de protesta e intento formarme una opinión propia, más allá de discursos prefabricados, diseñados en cocinas con oficinas y propagados con voceros descerebrados. Vomito cada vez que escucho el argumentario recitado de carrerilla y muere un cerebro cada vez que se repite. Indecencia tras mentira, vergüenza ajena, oídos sordos, enfurecidos por el mundo, autómatas que juegan a ser diferentes.